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Se llama Gonzalo García Pelayo, estudió durante años el funcionamiento de la ruleta americana y descubrió un truco para ganar mucho dinero. Más tarde se dedicó al póker y también ganó. Este hombre puso patas arriba algunos de los casinos más importantes de Estados Unidos y Europa. Ahora, desde su casa de Madrid, su día a día lo pasa en las apuestas deportivas, principalmente centrado en las carreras de caballos.
A ello dedica más de ocho horas diarias, incluidos los fines de semana.
Pasamos a la casa de Gonzalo, ubicada en el barrio de Salamanca de Madrid. Ya gana dinero a día de hoy, pero su objetivo es encontrar un método para conseguir lo mismo que logró en la ruleta: descubrir la clave para forrarse utilizando una fórmula matemática. Nos lleva directos a su ordenador, la sala de operaciones de The Pelayos.
Por un lado, un software específico que facilita una famosa casa de apuestas de Londres y que él programa a su antojo, afinándolo cada día. Por otro, en un Excel lleva la estadística de miles de competiciones equinas y que le sirven para simular las carreras. Conectado a Internet, utiliza dos programas para seguir las carreras de caballos y apostar.
Su punto de mira está en encontrar un robot que haga las apuestas de manera automática y que él apenas tenga que preocuparse.
"Los Pelayos" se iban hasta Ámsterdam o Las Vegas para jugar en sus casinos, lo que suponía pagar un alojamiento y unos billetes de avión. A las carreras de caballos, en cambio, se juega desde el salón de casa. El patriarca de "Los Pelayos" cuenta que cree que cuando dé con la clave de bóveda ganará más dinero que con la ruleta (llegó a ganar más de 200 millones de pesetas) ya que este modelo no requiere desplazamientos.
Seguimos desde su ordenador carreras de caballos que se están celebrando en tiempo real en Reino Unido e Irlanda, aunque también está sondeando torneos en Australia.
Lo que hace no es apostar a caballo ganador, sino a la contra. Es decir, apuesta porque un determinado caballo o caballos no ganen. Son en torno a las 17 horas y Gonzalo nos muestra su método. Es un método que emplean los jugadores que se dedican a las apuestas de manera profesional y las propias casas de este negocio.
En definitiva, juega para no ganar mucho pero teniendo escasas probabilidades de perder.
El método se complica con lo que se denominan cruces. Así, Gonzalo tiene más probabilidad de ganar, ya que solo tiene que procurar que uno o dos no crucen la línea de llegada los primeros, sin importar quién de los otros gane. Es decir, lo que hace es programar la herramienta informática para que cuando un determinado caballo obtenga una valoración (las carreras de caballos se basan en la valoración que hacen los apostantes a tiempo real), ese caballo se retire de la zona de incertidumbre.
¿Y cuánto vale un caballo? Es en esa volatilidad en la que radica lo interesante de las carreras de equinos: los animales pueden tener buen reprice, fuerza, ir de menos a más. En ese momento en el que otros apostantes aceptan su oferta, Gonzalo gana dinero.
¿Sencillo o complicado? Depende de la carrera. Hay caballos prácticamente imbatibles. Pero también pueden flaquear o caerse. En esos casos, si un apostante se juega dinero a que ese favorito no gana se hace de oro.
El equipo de Zidane suele ganar todos los partidos que juega en el Bernabéu a lo largo de la temporada. Si apuestas a que no gana en uno de esos encuentros que pierde cada temporada la ganancia es notable. Es, por ejemplo, el caso del Real Madrid.
En este momento García Pelayo está desarrollando su método.
Lleva desde el pasado verano dedicándose a esto de manera profesional. Y no le va mal. Él se define como un estudiante en la universidad. De momento es conservador y se ha puesto un límite de 20 euros, pero en cualquier momento puede multiplicar esa cifra.
¿Ganas dinero, Gonzalo? Sí -cuenta-. Puede ganar hasta 5. En cada carrera que participa se están moviendo medio millón de euros por carrera, aunque hay algunas que pueden hasta el 1,2 millones. 000 euros mensuales.
Gana en dos de cada tres y pierde en la tercera. "La clave del juego es que la probabilidad esté bien compensada con el pago", asegura. Juega como 30 ó 40 carreras al día (son rápidas y cortas). "Otra clave no es ganar muchas veces, sino ganar a la larga".
Relata que ellos supieron ser pacientes con la ruleta, ya que solo ganaban 1 de cada 3 jugadas.
¿Y si viene Montoro? ¿Cómo lo declara? Aquí es donde entran en juego Los Pelayos, la familia. Por eso García Pelayo explica que el drama de muchos jugadores es que no tienen paciencia y no saben aguantar. Según cuenta el patriarca, "los impuestos y yo no nos llevamos bien".
Lo hace a través de Hong Kong y con una cuenta que maneja su hijo, que reside en Chile y donde es perfectamente legal este tipo de actividad.
Vivir una carrera de caballos en casa de Los Pelayos es una experiencia. Se conecta desde su ordenador a una casa de apuestas ubicada en Londres. Se emocionan, gritan "¡vamos!" y cuando ganan se alegran.
Inaceptable para él. "La suerte es la desviación de la expectativa", pontifica. Dicen que no les gusta ir al hipódromo por dos motivos: porque no ves nada y porque la expectativa de pérdida es del 20%. "¿Tú sabes cuál es la expectativa de la Bonoloto, el Euromillones y el Bingo? Un 30%".
Gonzalo García Pelayo también está mirando a otros deportes, aparte de las carreras de caballos. Por ejemplo, el fútbol. Por eso la Lotería "es un atraco". Vio una oportunidad interesante en el Leganés-Betis de la pasada jornada de Liga.
También está intentando detectar "partidos interesantes". ¿Y el tenis? No le interesa. Apostó y ganó. El deporte de la raqueta está muy estudiado y es difícil ganar.
Les prohibieron la entrada en los casinos, el de Madrid les demandó y años después ganaron el pleito. ¿Cómo lo hicieron? Lo cuenta el protagonista de la historia: "Nosotros pensamos que la ruleta era vencible porque no hay mucha diferencia entre el casino y el jugador.
"The Pelayos" se hicieron de oro en los 90. Solamente un 2,7%.
"Entonces como tú tienes una probabilidad de 1 de 37, si te sale el número y te pagan 36, te cuesta 37 unidades recuperar 36 con lo cual hay una que pierde en esas 37. Si nosotros encontrábamos números con probabilidades menores, por ejemplo, 1 de 35 pues ya la ventaja sería nuestra. Es muy fácil de entender: el casino gana porque de 37 números que hay (36 más el 0), él paga 36 cuando la bola sale y la bola acierta", relata. Pues bien, al final encontramos números que salían 1 de 28, 1 de 32.
y por eso ganamos tanto dinero. Lo que hay que hacer es esperar a que de verdad se cumpla el ritmo de ese número", señala.
Lo que hay que hacer es una radiografía a la ruleta con 5. 000 bolas, que es cuando la ruleta empieza a mostrar su alma", concluye.
¿Pero por qué más probabilidad en una bolas que en otras? "Todo resultó por la imperfección de la ruleta: hay casilleros que son más grandes que otros o tienen los casilleros más laxos que otros que están más duros, y esa es la explicación que le damos, porque evidentemente hay números que de forma significativa salen más veces que otros.
